Muestran por qué la carne de cerdo magra es recomendable en dietas variadas y equilibradas
Muestran por qué la carne de cerdo magra es recomendable en dietas variadas y equilibradas
Según el doctor, este tipo de carne «permite asegurar que las personas que siguen estas recomendaciones ingieran una cuota proteica adecuada de alta calidad biológica que permita una progresiva pérdida ponderal y mantenimiento del peso a largo plazo”, señala el miembro del servicio de Endocrinología y Nutrición del Hospital Clínico San Carlos, añadiendo que “la carne fresca de cerdo está bien reconocida como una fuente principal de proteínas de alto valor biológico, del aporte de vitaminas del complejo B, de minerales como el hierro hemo, elementos traza y de otros componentes bioactivos con capacidad antioxidante».
El valor energético de los cortes magros de la carne de cerdo de capa blanca se encuentra por debajo de las 150 kcal/100 g de porción comestible. “Y como la porción de proteínas se encuentra entre el 21% y 24%, este tipo de carne magra es idónea para planificar platos con una cuota proteica interesante”, explica el experto.
Se ha observado que cuando en la dieta predominan los ácidos grasos poliinsaturados y monoinsaturados, el aumento de peso es neutro o negativo dentro de una Dieta Mediterránea hipocalórica. Los cortes magros como el solomillo, el lomo o la pierna del cerdo de capa blanca contienen un 2%-11% de grasa intramuscular, y mayoritariamente grasa insaturada: 42,9% grasa monoinsaturada y 15,9% grasa poliinsaturada.
Como está visibilizando la campaña Let´s Talk About Pork, alrededor del 70 % de la grasa de la carne de cerdo de capa blanca es subcutánea y se puede eliminar fácilmente. Así lo apunta la Sociedad Española de Nutrición Comunitaria que en su última guía alimentaria recomienda el consumo de entre 3 y 4 raciones de carne magra a la semana (unos 125 g).
